Ingredientes
- 700 g de alubias blancas cocidas
- 800 g de mejillones
- 150 g de tomate sin piel
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra, a gusto
- 120 g de Mafalde corta Garofalo
Pasta e fagioli con mejillones es una variante puramente del sur de la clásica receta a base de legumbres. En la tradición napolitana, pasta e fagioli es una sopa de menestra en la que la pasta se cuece directamente en su condimento, con una técnica similar a la del risotto: añadiendo agua o caldo a medida que se necesita hasta la completa cocción de la pasta. El almidón liberado, junto con la fragmentación del condimento, contribuye a lograr una consistencia cremosa. En esta versión, el líquido añadido durante la cocción es el agua de los mejillones, que aporta una característica nota salada a la receta. Si bien en Nápoles se utiliza por lo general la pasta mixta para elaborar la pasta e fagioli (una mezcla de distintos formatos de pasta que se remonta a la época en que se vendía a granel), una excelente alternativa es la mafalda corta, cuyos bordes ondulados "abrazan" el mejillón. Además, la mafalda corta es uno de los múltiples formatos presentes en la pasta mixta.
Limpiar los mejillones y ponerlos en una sartén amplia con tapa, a fuego alto. Los mejillones únicamente deben abrirse, sin llegar a cocinarse, puesto que se someterán a una segunda fase de cocción. Dejar enfriar los mejillones, pelarlos y conservar el líquido de cocción previamente filtrado.
Para preparar las alubias, poner a dorar un diente de ajo en aceite, añadir a continuación el tomate pelado cortado en rodajas junto con una cucharada de su propio jugo y dejar cocer a fuego medio. Transcurridos cinco minutos, añadir el bote de alubias con su agua y dejar cocer a fuego medio durante unos diez minutos.
Si se prefiere una receta más cremosa, en esta fase se pueden pasar por la batidora la mitad de las alubias, o bien se puede omitir este paso para un resultado más rústico.
Añadir la pasta a las alubias y llevar a ebullición añadiendo, simultáneamente, una cucharada del agua de los mejillones y una cucharada de agua tibia, hasta que la pasta esté al dente y la salsa tenga la textura deseada. Añadir los mejillones pelados, reservando algunos para la presentación, y dejar cocer durante otro minuto.
Servir muy caliente, añadir tres o cuatro mejillones en cada plato y condimentar con perejil picado y una cantidad generosa de pimienta recién molida.