Struffoli
Receta di Eva Scialò
Pocos platos tienen un significado tan evocador como los struffoli, sobre todo en tierra napolitana. Estas bolitas dulces, recubiertas de miel y virutas de colores nos llevan directamente a la Navidad, y constituyen un piscolabis perfecto para el final de las comidas, o para las tardes en los días de fiesta, para disfrutar bolita tras bolita y quizá acompañarlas de una copita de vino dulce. Las struffoli fueron introducidas por los griegos en la Antigüedad, cuando Parténope formaba parte de la Magna Grecia. De hecho, se dice que la etimología de la palabra struffoli deriva de "strongoulos", que significa "redondeada", y todavía hoy en día, en Grecia, se prepara un dulce muy similar, pero con las bolitas un poco más alargadas, que reciben el nombre de "loukoumades" (golosinas). En Italia, este dulce se ha extendido por toda la zona meridional y central, con pequeñas variantes, así como en el Lazio y el Abbruzzo, donde recibe el nombre de Cicerchiata, por su forma circular. En Basilica y Calabria la han llamado cicerata, mientras que en Sicilia solo han perdido una f, convirtiéndose en Strufoli.