Calamarata

Es un hecho que los napolitanos de hoy en su momento fueron también niños. Y con la misma seguridad, podemos afirmar que comían los calamares cortados en anillas y los llamaban tarallini en su infancia. La calamarata es otro de los platos para rememorar; «a la sombra del tomate», como solía decir mi abuela. A cualquier edad y como quiera que se defina, la calamarata no es solo una unión entre tierra y mar, sino también entre pasado y presente.

Ingredientes

  • 320 g de calamarata Garofalo
  • Aceite de oliva virgen extra al gusto
  • 1 diente de ajo
  • 500 g de tomates cereza
  • 800 g de calamares Perejil al gusto
  • 4
  • 25 min.
  • Medio
  • Pasta

Preparación

1

Corte el calamar en la forma típica de anilla, colóquelo en una sartén de bordes altos, añada el aceite, un diente de ajo y los tomates peras cortados por la mitad a lo largo. Para obtener una pasta perfectamente cremosa, es recomendable utilizar una sartén de aluminio.

2

Cocine los calamares a fuego moderado hasta que se ablanden y adquieran un color rosado, lo que tardará unos quince minutos. No añada sal, puesto que la pasta terminará de cocerse en una sartén con agua salada.

3

Ponga la sartén para cocer la pasta al fuego y añada sal. Comience a cocer la pasta. A mitad de la cocción, levante la calamarata con un cucharón perforado y añádala a la sartén con el fondo de calamar.

4

Deje que cueza añadiendo agua de la cocción de la pasta poco a poco. Cuando finalice la cocción, añada el perejil picado y sirva.